La cucaracha americana, Periplaneta americana, es una de las
especies de insectos más grandes que vive muy cerca de los humanos.
Los fósiles encontrados son evidencia de que las cucarachas
han existido por más de 300 millones de años.
A pesar de su nombre común, la cucaracha americana fue
introducido a los Estados Unidos de América desde África a principios del siglo
XVI y desde entonces se ha extendido por todo el mundo.
Prefiere ambientes interiores con acceso a fuentes de
alimentos, pero se puede encontrar al aire libre en áreas húmedas, sombreadas y
cálidas como también en cloacas y desagües.
Consume una gran variedad de sustratos, con una particular
preferencia por la fermentación de alimentos.
También transfiere organismos causantes de enfermedades como
bacterias, protozoos y virus y desencadena reacciones alérgicas y asma en
ciertas personas.
La cucaracha americana es, por lo tanto, una plaga urbana
grave tanto en regiones cálidas como húmedas.
Más allá de ser una plaga, esta cucaracha también es
importante en la medicina tradicional china, bien documentada en la
enciclopedia médica china.
La cucaracha americana es un carroñero omnívoro y se ha
adaptado a los estilos de vida humanos y las fuentes de alimentos. La
adaptación al huésped y al medio ambiente está principalmente mediada por la
comunicación química y las capacidades para tolerar factores químicos y
biológicos, como toxinas o agentes patógenos.
Los sistemas de quimiorrecepción de los insectos proporcionan
modelos para comprender cómo los organismos se adaptan a los entornos, ya que
se encuentran entre las señales ambientales externas y las respuestas
fisiológicas internas.
El ser capaz de identificar los sabores amargos,
generalmente se lo considera como un sistema de autoprotección en insectos para
tolerar los alimentos amargos y tóxicos.
La evolución de los receptores amargos en Periplaneta
americana de reconocer a un gran número de metabolitos secundarios de las
plantas puede no solo explicar cómo esta especie omnívora y oportunista es
capaz de adaptarse a diversas dietas en una variedad de ambientes, sino también
mejorar el valor potencial de esta cucaracha en el contexto de la evolución del
hábitat de alimentación, es decir, de omnívoros a herbívoros.
Las cucarachas generalmente viven en áreas húmedas e
insalubres y son particularmente aficionadas a la fermentación de alimentos, por
lo tanto, tienen numerosas oportunidades para estar expuestos a microbios y
patógenos.
Los insectos dependen exclusivamente del sistema inmune
innato para combatir los microbios infectados.
En experimentos se inyectaron microbios a cucarachas
americanas para medir la actividad antimicrobiana propia del organismo de la cucaracha.
Se encontró actividad antimicrobiana fuerte después de la
inyección con Escherichia coli, actividad antimicrobiana moderada con
Staphylococcus aureus y débil actividad antimicrobiana con Candida albicans
(hongos). En conjunto, estos hallazgos sugieren que las cucarachas tienen
anticuerpos de amplio espectro.
La alta plasticidad en el desarrollo es crucial para el
éxito de las cucarachas para sobrevivir en muchos entornos.
De todas las especies comunes de cucarachas, la cucaracha
americana tiene el tamaño corporal más grande, de hasta 53 mm de longitud.
Es de color marrón rojizo oscuro.
Tiene tres etapas de desarrollo: huevo, ninfa y adulto.
Los huevos son puestos en cápsulas de color marrón oscuro de
unos 8 milímetros de largo.
La hembra los deposita en lugares adecuados cerca de fuentes
de comida y en áreas protegidas.
Cada cápsula contiene de 14 a 20 huevos en promedio. Una
cápsula se produce, usualmente, cada semana y se aseguran, con secreciones de
la boca de la hembra, en lugares escondidos.
La hembra produce de 15 a 90 cápsulas durante su vida.
A temperatura normal, las nínfas salen del huevo entre 50 a
55 días.
Las ninfas jóvenes son de color marrón grisáceo y luego de
mudar su piel larval, se tornan marrón rojizo.
La etapa ninfal varía de 160 a 971 días. El número promedio
de crías por año es de 800.
Muda, o sea, que se desprende del exoesqueleto para crecer y
genera uno nuevo, entre 6 y 14 veces antes de ser adulto.
Tiene el ciclo de vida más largo, de hasta aproximadamente
700 días, con una etapa adulta y reproductiva de hasta 600 días.
La partenogénesis, que es una forma de reproducción donde no
interviene la fecundación por un macho, es una estrategia reproductiva común en
la cucaracha y las termitas, pero ausente en la cucaracha alemana, una vez más
apoyando que la cucaracha americana está más relacionada genéticamente con las
termitas que con la cucaracha alemana.
La cucaracha americana tiene una gran capacidad de
regeneración de las extremidades durante las etapas de ninfa, que es cuando se
realiza la muda, logrando la cicatrización de heridas, la reparación de tejidos
y hasta la regeneración de las patas.
Esta cualidad descubierta por los chinos dio lugar al, Kang
Fu Xin Ye, un extracto de etanol de la cucaracha americana, desarrollado como
un medicamento recetado para humanos para la cicatrización de heridas y la
reparación de tejidos, como ulceras, quemaduras y hasta enfermedades cardíacas.
Tenemos que agregar a esto su capacidad de movimiento para
correr y girar que es objeto de investigación para el desarrollo de robots.