Bicho Taladro o Hylotrupes Bajulus


Es un coleóptero de la familia Cerambycidae.
El adulto es un insecto alado de 15 a 25 mm de longitud.

Su cuerpo es alargado y de forma ligeramente aplanado de color negro o castaño gris oscuro.
Su cabeza es pequeña y muy punteada y posee antenas típicas de su familia Cerambicidae, las cuales son pardorojizas o rojizo oscuras. En las hembras, éstas son más cortas.

El tórax se encuentra recubierto por una pubescencia clara, larga y densa.
El pronoto, transverso, finamente y disperso sobre el disco.
La hembra es siempre más grande que el macho. Su cuerpo está más densamente cubierto de pelos y el abdomen termina en un largo ovipositor.

Los adultos no se alimentan ni hacen daño, sólo aseguran la perduración de su especie.

Las hembras tienen en el extremo abdominal un órgano especializado llamado “oviscapto” que utiliza para colocar los huevos dentro de grietas de la madera o de la corteza de los árboles de 0,25 a 0,6 mm de ancho y extendiéndose a 2 o 3 cm dentro de la madera.

Su vida es corta, de 2 a 3 semanas. Las hembras pueden vivir unos 25 días y desplazarse caminando y/o volando unos 1000 metros.

Se difundió desde que la madera de pino se comenzó a usar intensamente para la construcción de techos en casas y otras edificaciones y estructuras.
Las condiciones que se presentan en Argentina en las construcciones, en especial cuando se trata de techos de madera y tejas o chapas, favorecen su desarrollo y una gran actividad acentuada en los meses de verano.

La madera instalada tiene 20-25% de humedad y se mantiene en temperaturas medias de 20 a 25 grados, determinando un hábitat ideal para el insecto. Los techos de madera constituyen para el insecto un micro-clima ideal.

Para la ovoposición, la hembra elige casi exclusivamente madera de coníferas, en especial  pinos, abetos y, sobre todo, alerces, que son árboles que prefiere debido a la presencia de a-pineno y b-pineno, componentes importantes de la resina.
También se han  verificado ataques esporádicos en frondosas como la encina, el álamo, el sauce y arces y castaños.

La duración del ciclo de vida compuesto es variable, y puede ir desde 3 a 11 años dependiendo de la temperatura, e incluso, bajo circunstancias ambientales muy determinadas, el ciclo puede llegar a durar hasta 17 años.
La variación tan grande de ese margen corresponde básicamente al estadio larval. Las condiciones óptimas para su desarrollo son una humedad relativa elevada (mayor del 30%) y una temperatura relativamente alta (entre 28 y 30°C).

La hembra ovipone entre 140 y 200 huevos en tandas de 2 a 8 durante 12 días. Con la ayuda del oviscapto largo y muy flexible, éstos logran ser depositados en las grietas y fisuras de la madera.
Si las grietas fuesen más anchas el insecto entrará en las mismas ovipositando a mayor profundidad o lateralmente en ellas.

Los huevos son de color blanquecino, alargados llegando a tener hasta 2 mm de largo por 0,5 de diámetro. Eclosionan aproximadamente a las dos semanas.
En el nacimiento, la larva mide aproximadamente 3 mm, llegando a medir justo antes de la ninfosis 31 mm, con rango entre 20 y 40 mm de largo.
Su color es crema, casi blanco.
El tórax es ligeramente más ancho que los segmentos abdominales, los cuales se encuentran bien marcados.


La larva de este insecto es la que produce el verdadero daño alimentándose de la madera a través de las galerías elípticas que produce de unos 8 milímetros moviéndose longitudinalmente en el sentido de las fibras de la madera.

Cuando ha cumplido su desarrollo a adulto perfora la madera hacia el exterior produciendo los típicos agujeros ovalados.

Cuando no se adoptan medidas oportunas y adecuadas de control, las larvas de Hylotrupes Bajulus pueden llegar a comprometer la estructura de los techos, porque transforman el interior de la madera en aserrín pulverizado. 

Los tirantes pierden resistencia y el techo puede colapsar.
Por otro lado, el ruido que realizan las larvas resulta muy molesto para los moradores.

Diferentes condiciones influyen en la intensidad o severidad del ataque de los insectos xilófagos: humedad, edad de la madera, susceptibilidad genética, población de insectos presentes y temperatura, entre otras.
El contenido de agua de la madera constituye uno de los factores más importantes que favorecen el ataque de las especies xilófagas.


Maderas con un contenido de humedad sobre el 15% facilitan las infestaciones de coleópteros xilófagos, pues esta condición acorta significativamente sus ciclos de vida, lo que aumenta sus poblaciones y la posibilidad de re infestación.

El común de la madera para la construcción de techos se vende con un  estacionamiento mínimo, fácilmente comprobable por los restos de resina y las deformaciones que suceden con el tiempo al irse secando.
Muchas especies de madera contienen compuestos del tipo aromático que las protegen del ataque de estos insectos. Ejemplo de ello es el olor o aroma del pino insigne recién aserrado. Dichos compuestos se evaporan paulatinamente, perdiendo la madera su protección natural.

El siguiente video muestra el apareamiento y la oviposición del Bicho Taladro o Hylotrupes Bajulus






Fuente: CFI-Technical Pest Research; Ciencia TK; Universidad del Bio Bio Concepcion Chile.


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