Dermatitis por Hylesia Nigricans, la mariposa negra

Hembra

Las características biológicas de los lepidópteros, o sea, mariposas, orugas y polillas, posibilitan el contacto de sus distintos estadios evolutivos con el ser humano.

Se conoce vulgarmente como “bicho quemador” o gata peluda (catta pilosa, del latín) a los estadios larvarios (nomenclatura común para la mayoría de las larvas de lepidópteros diurnos o nocturnos) y como “mariposa negra”, a los estadios adultos de este género.

Hylesia es un género de mariposa que produce dermatitis persistente por contacto con pelos de adultos y larvas.

Se han registrado brotes por distintas especies de Hylesia en Méjico, Guyana Francesa, Venezuela, Brasil, Perú, Argentina y Uruguay.

Machos de color normal y amarillo
En Buenos Aires se registran periódicamente brotes de Hylesia Nigricans desde el Delta del Paraná y Tigre hasta Ensenada.

Estos episodios epidémicos han resultado, en ocasiones, con centenares de casos concentrados en tiempo y espacio, generando una sobrecarga de consultas a los sistemas locales de salud, y la percepción por la comunidad de una emergencia sanitaria de origen infeccioso no controladas.

Se denomina erucismo al contacto con las larvas u orugas y lepidopterismo, si el contacto se produce con las mariposas o adultos.

Dermatitis urticante por orugas de Hylesia (erucismo):

Los accidentes suelen ocurrir en los meses calurosos.
Se caracterizan por una lesión eritematosa acompañada de edema, prurito y dolor local urente.
En algunos casos, se observa la impronta del ejemplar. Puede evolucionar con vesículas y desaparece en 3-5 días.

Dermatitis urticante por mariposas Hylesia sp. (lepidopterismo):

Los ejemplares hembra de Hylesia sp. son atraídos por la luz domiciliaria, lo que favorece el contacto de las cerdas abdominales con el hombre, sea por el contacto con la mariposa o por las nubes de pelos y cerdas urticantes, lo que provoca dermatitis aguda con prurito y eritema seguido de lesiones pápulo pruriginosas, que remiten luego de 7-14 días.

Los signos según la descripción de la población, es picazón intensa, brotado, sarpullido, granos tipo sarampión o varicela, granitos de agua y manchas rojas o de sapo. Las zonas expuestas como brazos, piernas, cuello y cara fueron reconocidas como sitio primario.

Ante contactos reiterados en días sucesivos, se pueden agravar las manifestaciones clínicas por sensibilización a la histamina.

Las cerdas (pelos urticantes), al tomar contacto con la piel, se quiebran y penetran generando prurito por la acción de compuestos tóxicos que estas poseen y granuloma por cuerpo extraño.
Conservan su poder urticante tanto en el ambiente como en ejemplares muertos.

Del veneno de las cerdas de Hylesia nigricans se aisló histamina. Además, se han aislado de las cerdas de otras especies de Hylesia algunas proteínas que estarían involucradas en los fenómenos inflamatorios y vasodegenerativos. En Hylesia metabus, se describió una proteasa alcalina, fibrinolítica y de actividad similar a la calicreína, y su actividad podría estar relacionada con la formación de bradiquinina y lisobradiquinina. Esta proteasa, además, sería capaz de causar reacciones de hipersensibilidad retardada. No se posee la misma cantidad de información sobre el veneno contenido en las cerdas de Hylesia nigricans.

Otras manifestaciones clínicas:

Se han relatado casos de queratouveitis y opacidad corneal, causados por pelos urticantes de otras especies de mariposas, lo cual debería tenerse en cuenta si la lesión se produce en los ojos.

Metaerucismo:

Este tercer caso, hasta ahora no descripto en la Argentina, es producido por pelos urticantes de orugas que se mantienen en ambientes naturales.

Históricamente en Argentina, ante un brote epidémico de dermatitis inespecífica se describieron los casos, identificaron los insectos H. nigricans, y se esperó la resolución estacional del mismo.
Sin embargo, la vigilancia y control preventivo de esta mariposa en la etapa larvaria puede efectuarse.

El control de adultos con insecticida, dada su corta sobrevida, de 3 a 6 días y la dispersión eólica de los pelos urticantes, sólo mitiga el impacto de una epidemia ya en desarrollo.

Se recomienda en sitios con antecedentes de casos de dermatitis:

Detectar los árboles infestados, intervenir focalmente si la densidad o ubicación lo hacen necesario entre noviembre y diciembre, alertar al sistema asistencial, pediatras y centros de referencia, observar y registrar el impacto de la intervención en larvas, adultos y desoves, comunicar e involucrar a la comunidad en las actividades, comunicar resultados o fallas a los centros de referencia.

En sitios sin antecedentes de casos en años previos, pero de riesgo por contigüidad o registro histórico:

Alertar al sistema asistencial y centros de referencia ante aumento de demanda espontánea por dermatitis inespecífica entre diciembre y marzo), o por aumento de densidad las larvas de bicho quemador, gata peluda entre octubre y noviembre, realizar la intervención focalizada sólo si las orugas han sido correctamente identificadas y su densidad y localización lo hace recomendable, proceder como en el caso anterior.

Si ocurre un brote de dermatitis:

Alertar al sistema asistencial y a los centros de referencia, comunicar a la comunidad sobre situación, medidas de protección, y que ante mariposas negras muertas se lave el piso antes de barrer, si la fuente de H. nigricans es un área arbolada vecina a una zona urbanizada colocar, entre ambas, luces fuertes de diversión de los insectos.
En todos los casos se debe advertir a la comunidad que los desoves están cubiertos con los pelos urticantes del adulto, y que arrancarlos a mano desnuda puede generar granulomas o nódulos subcutáneos.
Para la vigilancia regional se debe tener en cuenta que las poblaciones de Hylesia presentan picos periódicos, explosiones demográficas generadas por fenómenos naturales o modificaciones del ambiente, que pueden presentar un corrimiento espacial en diferentes años.
Hylesia Nigricans: larvas agrupadas, y postura de huevos
Biologia:

Son insectos de metamorfosis completa, es decir que en su desarrollo pasan por distintos estadios: huevo, larva u oruga, pupa o crisálida y adulto.
Las hembras depositan los huevos sobre las ramas en capas superpuestas de hasta 900 unidades protegidos en un capullo hemisférico de color amarillo, formado por la hembra con pelos de su abdomen y seda.
Al nacer, en primavera, las orugas, se desplazan por ramas, troncos y hojas, alimentándose de brotes y hojas.
La larva completamente desarrollada tiene unos 40 mm de longitud; es de color negruzco con áreas amarillentas y posee tubérculos setíferos muy desarrollados, portadores de los pelos urticantes.
Empupan hacia fines de enero y las mariposas adultas aparecen a principios de marzo.
El estado larval tiene 7 estadíos con diferente comportamiento.

1er estadío larval:
Aproximadamente de 2,5 mm de largo y de color amarillo brillante. En los primeros 2 o 3 días permanecen agrupadas junto al desove, luego comienzan a buscar alguna rama próxima con hojas tiernas para alimentarse. El traslado de un lugar a otro lo realizan agrupadas en forma de procesión. Por este motivo son conocidas en Europa como “procesionarias”. Luego del 7º u 8º día comienzan a alimentarse del parénquima de la hoja respetando las nervaduras. En ese lugar mudan, dejando los pelechos adheridos a la hoja. Este estadio puede durar entre 20 y 25 días.

2º estadío larval:
Se mantienen agrupadas en el envés de las hojas, sin alimentarse durante el primer y segundo día, luego se desplazan hacia una hoja nueva y ahí comienzan a alimentarse dejando intactas las nervaduras. Este estadio dura entre 6 a 7 días.

3er estadío larval:
Se mantienen agrupadas, pero en este caso protegidas por hilos de seda; siempre se ubican en el envés de las hojas, de las que se alimentan respetando las nervaduras. La duración es de 7 a 8 días.

4º estadío larval:
Las larvas permanecen agrupadas en el envés de las hojas, pero los daños son mucho más intensos y visibles, se observan ramas enteras totalmente defoliadas y enredadas con hilos de seda. Esto ocurre normalmente durante el mes de diciembre, cuando las temperaturas son elevadas y en un lapso de 5 a 6 días. Cuando completan el estadio comienzan a descender encolumnadas hacia el tronco principal; las larvas más desarrolladas van adelante. A medida que avanzan dejan filamentos sedosos y pegajosos que secretan y que les permiten una mejor adherencia. Cuando llegan al lugar de concentración todas se agrupan formando un manchón de 10 a 15 mm de ancho o más. La altura en la cual se encuentran puede ser desde la base hacia arriba hasta donde se forma la primera rama. El agrupamiento puede durar 4 a 5 días, comenzando luego la procesión ascendente, quedando en el lugar de concentración los restos de las mudas.

5º estadío larval:
Durante este estadío siguen comportándose como gregarias; se mantienen agrupadas en el envés de las hojas terminales de las ramas, que por el peso de las larvas se doblan hacia abajo. Esas ramas quedan totalmente defoliadas. Son muy movedizas e irritables, al punto que cuando algo las molesta se arrojan al suelo inmediatamente. Cuando llega el momento de mudar, descienden nuevamente en forma de procesión finalizando en un manchón que puede medir 15 a 25 mm de diámetro conteniendo alrededor de 500 a 600 larvas. Al igual que en los estadíos anteriores, la mortalidad es muy baja, ya que casi no se ven afectadas por enemigos naturales. La duración del estadío es de 5 a 6 días.

6º estadío larval:
A partir de este momento entran en una fase solitaria, comienzan a dispersarse y se dirigen a otros árboles donde vivirán en forma independiente. Se observa una gran mortalidad. Al final del período construyen una protección juntando hojas con algunos hilos de seda construyendo una especie de cartucho dentro del cual se producirá la muda. El período tiene una duración de 7 a 8 días.

7º estadío larval:
En este momento las larvas tienen muy poca movilidad y la mayor parte del día lo pasan dentro del cartucho protector, es común encontrar más de una larva dentro del mismo y de esa forma quedan protegidas de las inclemencias ambientales y de los enemigos naturales, los que les producirían una alta mortalidad. Las larvas cuando alcanzan su máximo tamaño llegan a medir hasta 40 mm de largo. El tegumento tiene aspecto aterciopelado, color castaño claro y algo verdoso, con tubérculos oscuros que son portadores de espinas y pelos ramificados. Este estadio transcurre durante la segunda quincena de diciembre y primera de enero.

El adulto es una polilla de mediano tamaño, de color negruzco y con la parte posterior del abdomen cubierta por una capa de pelos sedosos de color dorado.

Luego de la cópula, el macho muere y la hembra vive de 3 a 6 días. En este corto tiempo, la hembra desova en los mismos árboles del año anterior, dato que es importante considerar para el control de la mariposa en las regiones en que es plaga.

Transcurre el invierno como pupa invernante y según la latitud puede tener de una a tres generaciones anuales.

En Argentina, Hylesia nigricans, fue declarada plaga nacional de la agricultura en 1911 por los daños producidos por su larva filófaga.

Suele atacar especies forestales como Platanus sp. (plátano), Fraxinus sp. (fresno), Acer sp. (arce), Quercus sp. (roble), Prunus sp. (ciruelo), Liquidambar sp., Populus sp. (alamo), Salix sp. (sauce), Eucaliptus sp.


Fuente:
Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación en Endemo-Epidemias (CeNDIE).
Laboratorios e Institutos de Salud Dr. Carlos G. Malbrán (ANLIS)
Sistema Nacional de Vigilancia y Monitoreo de Plagas - SENASA.
Centro Nacional de Intoxicaciones, Hospital Posadas.
Universidade de Caxias do Sul y Universidade Católica do Rio Grande do Sul, Brasil.