Cuando el Raid no mata a las Cucarachas


Existen ocasiones en que los insecticidas hogareños en aerosol de uso general, como el raid para cucarachas o cualquier otra marca, no logran exterminar a estas plagas.

Todos los productos insecticidas de uso general, sean aerosoles, cebos, geles o líquidos, están elaborados para que sea muy difícil llegar a intoxicarse con ellos.
Esto se logra al colocar dosis muy bajas del compuesto activo.

Dejemos de lado a las personas que descargan un raid completo en un ambiente cerrado y se quedan adentro. Obviamente no leyeron las instrucciones en la etiqueta del producto por estar alterados ante la aparición de las desagradables cucarachas.

El raid es un buen producto, pero diseñado para controlar situaciones donde existen pocas cucarachas.

Normalmente, cuando se empiezan a ver más cantidad de insectos, también se incrementa el uso de estos insecticidas, hasta el punto en que ya no les hace efecto.
Esto es conocido como RESISTENCIA A INSECTICIDAS.


El control químico con insecticidas está actualmente limitado por el desarrollo de resistencia, la cual ha sido demostrada en un amplio rango de insecticidas que incluyen organoclorados, organofosforados, carbamatos y recientemente piretroides, y ésta se traduce en una disminución de la efectividad del producto que lleva a fallas de control en campo.

La aparición de resistencia en una población se debe al resultado de la interacción insecto plaga-insecticida en determinado ambiente.
La resistencia puede ocurrir mediante mecanismos fisiológicos, bioquímicos y modificaciones de conducta de una población o especie.

En esta interacción se seleccionan individuos que por distintos mecanismos bioquímicos y fisiológicos son capaces de tolerar mayores dosis del compuesto. En algunos casos, más de un mecanismo puede estar presente en una población, situación conocida como multi-resistencia.
Surge como resultado de cada interacción insecto-insecticida, focos o cepas resistentes. 

Como esta capacidad está determinada genéticamente, es heredable a nuevas generaciones que seguirán sobreviviendo al tratamiento con insecticida mientras seguirá disminuyendo la proporción de individuos susceptibles en la población.
De esta manera el insecticida actúa como una fuerza selectiva poderosa que concentra en la población individuos resistentes.
Cabe aclarar que no es el insecticida el que produce cambios genéticos que determinan resistencia.
Los genes que confieren resistencia existen en el genoma de la población como un carácter preadaptativo y la capacidad de desarrollo de resistencia depende de la variabilidad genética de la especie.

Cipermetrina fue uno de los primeros piretroides en ser ampliamente usado para el control de B. germanica por los profesionales del control de plagas, siendo también uno de los primeros piretroides que desarrollo fallas de control causada por resistencia en poblaciones de campo.

Barreras de penetración, es un mecanismo de resistencia a compuestos lipofílicos en general por lo que afecta a la mayoría de los grupos de insecticidas, donde hay un decaimiento en la penetración cuticular.

Detoxificación metabólica en piretroides, organofosforados y carbamatos (citocromo P-450-monooxigenasa dependiente y enzimas hidrolíticas.
La insensibilidad nerviosa a insecticidas ciclodienos, este mecanismo provee resistencia cruzada a todos los ciclodienos.

Resistencia a piretroides y a DDT conocida como kdr (knock-down resistance) insensibilidad, actuando sobre canales de sodio.

La resistencia fisiológica predomina sobre la resistencia por conducta en poblaciones seleccionadas por medios convencionales, sin embargo alteraciones de la conducta que afecten la respuesta hacia insecticidas pueden acompañar, el desarrollo de resistencia fisiológica. Por ejemplo, la resistencia por conducta en una falla de control con hidrametilnona, cebo que contiene glucosa, resultando en una aversión a la glucosa en campo y laboratorio.

En muchos casos surge resistencia no sólo hacia el plaguicida en uso sino también hacia otros plaguicidas de estructura y modo de acción similares. Esta resistencia cruzada es el fenómeno por el cual el mecanismo desarrollado por una población de insectos para resistir al insecticida usado para su control, le confiere además resistencia a otros insecticidas no presentes en el ambiente.

Se ha reportado principalmente entre insecticidas que tienen el mismo modo de acción, esto es entre los del mismo grupo (fosforados entre sí, piretroides entre sí, etc.) o entre grupos del mismo modo de acción (fosforados y carbamatos, piretrinas). También se ha detectado entre insecticidas que son atacados por similares caminos degradativos, principalmente por las oxidasas de función mixta (MFO) que afectan a casi todos los compuestos.

La resistencia cruzada es uno de los principales obstáculos en la búsqueda de insecticidas alternativos para el control y la responsable que muchos nuevos productos encuentren resistencia a campo antes de su primera aplicación.
Considerando que el desarrollo de resistencia es una adaptación evolutiva de una población a un cambio ambiental y que esta característica adaptativa es permanente, es importante conocer el nivel de resistencia alcanzado por la población para elaborar estrategias de manejo.

La falla de control a campo puede indicar que los insectos desarrollaron resistencia a determinado insecticida.

Cuando las poblaciones se incrementan no es recomendable seguir aplicando Raid u otro producto insecticida de uso general y dar paso a las Empresas de Control de Plagas que están capacitadas y tienen la experiencia y el profesionalismo para revertir estas situaciones. 

Fuentes: Darío Rubén Taiariol     Ingeniero Agronomo. Magister en Control de Plagas.