Riesgos de la Venta al Público de Raticidas


Los venenos usados para el control de roedores están ampliamente disponibles para su compra por el público en general en variados tipos de comercios como ferreterías, supermercados, viveros, etc.

La mayoría de este público en general no cuantifica ni califica el riesgo directo o potencial que tienen este tipo de venenos ya sea por ignorancia, negligencia, subestimación, etc.

A menudo, cuando realizamos trabajos de control de roedores, visitamos casas o edificios donde los propietarios colocaron previamente cebos en bloque o granulado ubicados en lugares de fácil acceso para niños o mascotas, como por ejemplo encima de la heladera, en un rincón del piso o guarda lo que le sobró en un cajón o alacena de la cocina o el lavadero.

Los venenos más comúnmente usados son cebos compuestos por una mezcla de sustancias comestibles como cereales, grasas mezclados con el veneno raticida.

Los cebos tienen la función de atraer a los roedores por medio del olor emanado por esas sustancias comestibles y que los coman.

Estos cebos tienen incorporado una sustancia amargante para prevenir la ingesta por humanos o mascotas, pero se da la excepción con niños pequeños que no han desarrollado todavía el sentido del gusto, siendo común el hecho que los confunden con golosinas, y también en perros que por glotones se los tragan sin dar la oportunidad de actuar al amargante.

A continuación, un ejemplo real de las consecuencias:

“Los niños del Jardín Nucleado N° 0-180, con sede en las instalaciones de la escuela N° 1-713 UniCEF Argentina, ubicada en San Javier, Rodeo de la Cruz, Guaymallén, Mendoza fueron intoxicados luego de consumir veneno para ratas durante una salida extra escolar.

La noticia nos llegó a través de las redes sociales y fue confirmada por la Dirección General de Escuelas, que brindó más detalles acerca del insólito episodio sucedido el pasado 28 de mayo, en la sala de 4 y 5 años del turno tarde de dicho establecimiento.

El pasado lunes 29 de Mayo de 2017, por el "Día Nacional de los Jardines de Infantes" los padres organizaron un festejo con familiares y alumnos. Al mismo, asistieron familiares con comida y dulces para celebrar.

Pero lo que nadie se imaginó es que habían cupcakes que estaban decorados con veneno para ratas.

El mismo lunes en horas de la noche, la familia que llevó las masitas contaminadas se percató del grave error que, según cuentan, fueron elaborados por la abuela de una de las alumnas que confundió el veneno de rata con confites de decoración.

En ese momento los familiares llamaron a las autoridades del jardín para explicar lo lo sucedido, e inmediatamente la maestra y la directora de la institución se comunicaron con los padres de los niños y éstos llevaron a los pequeños a diferentes hospitales donde fueron atendidos.

Finalmente, los niños no sufrieron daños y se encuentran a salvo. Por suerte, lo que podría haber resultado en tragedia no pasó a mayores.”


Estos cebos raticidas son anticuagulantes, es decir que actúan sobre la dinámica del sistema sanguíneo bloqueando su normal coagulación y provocando la muerte del animal por shock hemorrágico luego de 2 a 7 días de haberse ingeridos.

El movimiento de los rodenticidas en el organismo o toxico genética comprende la absorción o biodisponibilidad, o sea, la dosis y velocidad de ingreso al organismo del tóxico, que en el caso de los raticidas se absorben por el aparato gastrointestinal alcanzando en ratas concentraciones de entre 0,03 a 0,05 microgramos por mililitro en plasma dentro de las 4 horas.

Luego comienza la distribución hacia todo el organismo.
Sigue la biotransformación donde el toxico se concentra en el hígado llegando a su máximo a las 50 horas y durando hasta las 96 horas promedio cuando es excretado en forma parcial.


Cuando cualquier persona tiene problemas por presencia de roedores es comprensible que quiera resolverlo de inmediato y recurrir a el veneno más letal para ratas posible.

Sin embargo, hay un porque en el desarrollo de estos cebos y de su tiempo de acción.

Las ratas, normalmente, son muy desconfiadas de las cosas nuevas en el entorno que dan por conocido, lo que se llama neofobia.

Si hay varias envían a una como testigo para inspeccionar y consumir los nuevos alimentos que encuentran. Si este testigo muere en poco tiempo las demás advierten que ese alimento no es aceptable y buscarán otros. Si, en cambio, no padece ninguna alteración las otras ratas empezaran a comer con confianza.

Esto también es aplicable a las trampas y a los venenos instantáneos (actualmente prohibidos).

Como excepción a este comportamiento se dan casos de buen control con trampas de lauchas y crías de ratas por carecer de esa característica neofobica.

El tiempo que tardan los cebos anticuagulantes en hacer efecto es a la vez un pequeño seguro contra accidentes como el mencionado de Mendoza ya que, al ser advertida la ingesta, otorga la oportunidad de recurrir a la asistencia médica en el caso de las personas y a la asistencia veterinaria en el caso de las mascotas, teniendo como antídoto a la vitamina K1.


Fuente: Biología y control de ratas sinantropicas de Héctor Coto.

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