Poliartritis edematosa en manos |
Si bien no hay circulación del virus por el momento existe
el riesgo debido a que el mosquito transmisor existe en Argentina ya que es el
mismo que transmite el Dengue.
Este riesgo va a incrementarse en la medida en que las
poblaciones de mosquitos aumenten por razones climáticas como ser el incremento
de las temperaturas y la humedad con la llegada de la primavera y el verano.
La fiebre chikungunya es una enfermedad emergente
transmitida por mosquitos y causada por un alfavirus, el virus chikungunya.
Esta enfermedad es transmitida principalmente por los mosquitos
Aedes aegypti y Ae. albopictus, las mismas especies involucradas en la transmisión
del dengue.
Las epidemias de chikungunya han mostrado históricamente una
presentación cíclica, con períodos inter epidémicos que oscilan entre 4 y 30
años.
Desde el año 2004, el chikungunya ha expandido su
distribución geográfica mundial, provocando epidemias sostenidas de magnitud
sin precedentes en Asia y África. Si bien algunas zonas de Asia y África se
consideran endémicas para esta enfermedad, el virus produjo brotes en muchos
territorios nuevos como en islas del Océano Índico, en Europa y en América
central.
Esta reciente reemergencia del chicungunya ha aumentado la
preocupación y el interés respecto al impacto de este virus sobre la salud
pública mundial.
No existe un tratamiento específico ni una vacuna
comercialmente disponible para prevenir la infección por chikungunya. Hasta que
se desarrolle una nueva vacuna, el único medio efectivo para su prevención
consiste en proteger a los individuos contra las picaduras de mosquito.
Es un virus ARN que pertenece al género Alfavirus de la familia
Togaviridae.
El nombre chikungunya deriva de una palabra en Makonde, el
idioma que habla el grupo étnico Makonde que vive en el sudeste de Tanzania y
el norte de Mozambique. Significa a grandes rasgos “aquel que se encorva” y
describe la apariencia inclinada de las personas que padecen la característica
y dolorosa artralgia.
Después de la picadura de un mosquito infectado la mayoría de los individuos presentarán
síntomas tras un período de incubación de tres a siete días. Sin embargo, no
todos los individuos infectados desarrollarán síntomas.
Estudios serológicos indican que entre el 3% y el 28% de las
personas con anticuerpos para el chicungunya tienen infecciones asintomáticas.
Los individuos con infección aguda, con manifestaciones
clínicas o asintomáticos, pueden contribuir a la diseminación de la enfermedad
si los vectores que transmiten el virus están presentes y activos en la misma
zona.
El chicungunya puede causar
enfermedad aguda, subaguda y crónica.
La enfermedad aguda
generalmente se caracteriza por inicio súbito de fiebre alta, típicamente superior
a 39°C y dolor articular severo. Otros
signos y síntomas pueden incluir cefalea, dolor de espalda difuso, mialgias,
náuseas, vómitos, poliartritis, rash y conjuntivitis. La fase aguda dura entre
3 y 10 días.
La fiebre generalmente dura entre unos días y una semana.
Puede ser continua o intermitente, pero una disminución de la temperatura no se
asocia a empeoramiento de los síntomas. Ocasionalmente, la fiebre puede
acompañarse de bradicardia relativa.
Los síntomas articulares generalmente son simétricos y
ocurren con más frecuencia en manos y pies, pero también pueden afectar
articulaciones más proximales. También se puede observar tumefacción, asociada
con frecuencia a tenosinovitis.
Rash maculopapular |
A menudo los pacientes están gravemente incapacitados por el
dolor, la sensibilidad, la inflamación y la rigidez. Muchos pacientes no pueden
realizar sus actividades habituales ni ir a trabajar, y con frecuencia están
confinados al lecho debido a estos síntomas.
Lesiones bullosas |
En los niños pequeños, las lesiones vesiculobulosas son las
manifestaciones cutáneas más comunes.
Se considera que las muertes relacionadas con infección por
chicungunya son raras. Sin embargo, se reportó un aumento en las tasas brutas
de mortalidad durante las epidemias de 2004−2008 en la India y Mauricio.
Determinadas manifestaciones atípicas son más comunes en
ciertos grupos. Por ejemplo, la meningoencefalitis y la dermatosis
vesiculobulosa se observan con más frecuencia en niños y lactantes,
respectivamente.
El chicungunya puede afectar a mujeres y hombres de todas
las edades. Sin embargo, se considera que la presentación clínica varía con la
edad, siendo los individuos muy jóvenes (neonatos) y los ancianos, más
propensos a desarrollar formas más graves.
Hiperpigmentación |
Además de la edad, se han identificado las enfermedades
subyacentes como factores de riesgo para una evolución desfavorable.
En la mayoría de las infecciones que ocurren durante el
embarazo el virus no se transmite al feto.
El riesgo más alto de transmisión parece producirse cuando
la mujer está infectada en el período intraparto, momento en el que la tasa de
transmisión vertical puede alcanzar un 49%.
Los niños generalmente nacen asintomáticos y luego desarrollan
fiebre, dolor, rash y edema periférico. Aquellos que se infectan en el período
intraparto también pueden desarrollar enfermedad neurológica (por ej., meningoencefalitis,
lesiones de la sustancia blanca, edema cerebral y hemorragia intracraneana),
síntomas hemorrágicos y enfermedad del miocardio.
Los neonatos que sufren enfermedad neurológica generalmente desarrollan
discapacidades a largo plazo.
No hay evidencia de que el virus se transmita a través de la
leche materna.
Los adultos mayores son más propensos a experimentar
enfermedad atípica grave y muerte.
Los individuos mayores a 65 años presentaron una tasa de
mortalidad 50 veces mayor a la de los adultos de menos de 45 años.
Aunque no está claro por qué los adultos mayores tienen más
riesgo de enfermedad grave, puede deberse a que presentan con mayor frecuencia
enfermedades concomitantes subyacentes o respuesta inmunológica disminuida.
La enfermedad crónica
se caracteriza por la persistencia de síntomas por más de tres meses.
Después de los primeros 10 días, la mayoría de los pacientes
sentirá una mejoría en su estado general de salud y del dolor articular.
Sin embargo, posteriormente puede ocurrir una reaparición de
los síntomas y algunos pacientes pueden presentar síntomas reumáticos como
poliartritis distal, exacerbación del dolor en articulaciones y huesos
previamente lesionados, y tenosinovitis hipertrófica subaguda en muñecas y
tobillos.
Estos síntomas son más comunes dos o tres meses después del
inicio de la enfermedad. Algunos pacientes también pueden desarrollar
trastornos vasculares periféricos transitorios, tales como el síndrome de
Raynaud.
Además de los síntomas físicos, la mayoría de los pacientes
sufrirá síntomas depresivos, fatiga general y debilidad.
infectado 5 años atrás |
El síntoma persistente más frecuente es la artralgia
inflamatoria en las mismas articulaciones que se vieron afectadas durante la
etapa aguda. Generalmente no hay cambios significativos en las pruebas de
laboratorio ni en las radiografías de las áreas afectadas.
Sin embargo, algunos pacientes desarrollan artropatía/artritis
destructiva, semejante a la artritis reumatoidea o psoriásica.
Los factores de riesgo para la persistencia de los síntomas
se da en mayores de 65 años, los trastornos articulares preexistentes y la
enfermedad aguda más severa.
¿Quiénes deben
solicitar atención médica?
Cualquier persona con signos o síntomas neurológicos,
incluyendo irritabilidad, somnolencia,
cefalea grave o fotofobia.
Cualquier persona con dolor en el pecho, dificultad para
respirar o vómitos persistentes.
Cualquier persona con fiebre persistente por más de cinco
días (indicativa de otra enfermedad como el dengue).
Cualquier persona que desarrolle cualquiera de los
siguientes signos o síntomas, especialmente cuando la fiebre ya ha disminuido: dolor
intenso intratable, mareos, debilidad extrema o irritabilidad, extremidades
frías, cianosis, disminución en la producción de orina, y cualquier tipo de
sangrado debajo de la piel o por cualquier orificio.
Las mujeres en el último trimestre de embarazo, los recién
nacidos y las personas con enfermedad subyacente crónica, debido a que ellas o
sus hijos corren riesgo de enfermedad más severa.
Una transmisión autóctona tendría un serio impacto sobre la
salud pública debido a su potencial para causar una epidemia con elevadas tasas
de ataque en una población inmunológicamente virgen, y debido a que los
vectores son lo suficientemente abundantes como para sustentar el
establecimiento permanente del virus y su transmisión durante todo el año.
Distribución del Ae. aegypti en las Américas.
Distribución aproximada del Ae. albopictus en las
Américas.
Hay algunas diferencias importantes entre Ae. aegypti y Ae.
albopictus que deben considerarse para desarrollar la vigilancia y los procesos
de control.
Ae. aegypti está más estrechamente relacionado con el ser
humano y su vivienda, y se alimenta principalmente de humanos. El Ae. aegypti
adulto descansan en los interiores y el hábitat de sus larvas lo constituyen
con frecuencia los contenedores en el área peridomiciliaria.
Ae. albopictus se alimenta también de humanos, pero utiliza una
variedad más amplia de huéspedes para alimentarse, deposita sus larvas en hábitats
peridomésticos y en hábitats naturales circundantes. Ae. albopictus puede invernar
como huevo y, por lo tanto, distribuirse en climas más templados que Ae.
aegypti.
Los individuos pueden reducir el riesgo de infección
mediante el uso de repelentes personales sobre la piel o la ropa. DEET y picaridin.
Manejo ambiental: Reducir el hábitat de las larvas,
Controlar (lavar/cubrir) contenedores, Descartar/reciclar contenedores, Reducir
el contacto humano vector, Instalar mallas en ventanas.
Control de larvas: Reducción de fuentes de agua, Control
químico, Control biológico.
Control del mosquito adulto: Usar mosquiteros, Usar cortinas,
Ovitrampas letales, Fumigación espacial, Tratamientos residuales para interiores.
La fumigación espacial para el control de Ae. aegypti y Ae.
albopictus es más efectiva cuando se trata individualmente el interior de las
viviendas y sus alrededores con pulverizadores portátiles. Se requieren
aplicaciones repetidas para matar a los mosquitos adultos emergentes.
En respuesta a una epidemia, la fumigación espacial debe realizarse
cada dos o tres días con pulverizadores portátiles, siempre que sea posible, o
con pulverizadores montados sobre camiones para aumentar la velocidad de
cobertura.
Casos reportados en
países o territorios con transmisión autóctona de chikungunya
República Dominicana: confirmados 18; fallecidos 3.
Guadalupe: confirmados 1328; fallecidos 3.
Martinica: confirmados 1525; fallecidos 12.
San Martín (parte francesa): confirmados 793; fallecidos 3.
Casos importados de
fiebre chikungunya
Estados Unidos de América: confirmados 114.
México: confirmados 1.
Cuba: confirmados 11.
Venezuela: confirmados 17.
Brasil: confirmados 11.
Chile: confirmados 2.