Descubrió y describió la importancia del vector biológico a
través de la teoría metaxénica de la transmisión de enfermedades por agentes
biológicos, aplicándola a la fiebre amarilla transmitida por el mosquito Aedes
aegypti.
Fue el más profundo, talentoso e intenso investigador de la
fiebre amarilla, y por sus análisis y estudios llegó a la conclusión de que la
transmisión de la enfermedad se realizaba por un agente intermediario.
Fue capaz de identificar al mosquito Aedes aegypti como el agente transmisor de la
enfermedad. Sus estudios lo llevaron a entender que era la hembra fecundada de
esta especie la que transmitía la fiebre amarilla.
En 1881 fue a Washington, D.C. como representante del
gobierno colonial ante la Conferencia Sanitaria Internacional, donde presentó
por primera vez su teoría de la transmisión de la fiebre amarilla por un agente
intermediario, el mosquito. Su hipótesis fue recibida con frialdad y casi total
escepticismo.
De ahí nació el suero contra la fiebre amarilla.
Mientras tanto, el doctor William Crawford Gorgas, médico
militar que había tratado, sin conseguirlo, de erradicar la fiebre amarilla en
Santiago de Cuba, fue nombrado Jefe Superior de Sanidad en La Habana en
diciembre de 1898.
A iniciativa de Finlay creó una Comisión Cubana de la Fiebre
Amarilla que, siguiendo las indicaciones del médico cubano, combatió al
mosquito y aisló a los enfermos. En sólo siete meses había desaparecido la
terrible enfermedad de Cuba.
El doctor Gorgas fue finalmente enviado a sanear el Istmo de
Panamá a fin de poder completar la construcción del canal; allí aplicó los
mismos principios indicados por el doctor Finlay, lo cual permitió terminar
esta gran obra de ingeniería.
Una placa en el propio Canal de Panamá reconoce la
contribución del doctor Carlos J. Finlay en el éxito de esta magna obra.
Fuente: Wikipedia.