Mosquitos muestran insensibilidad al Off


El DEET ( N,N-Dietil-meta-toluamida) es uno de los repelentes más efectivos y utilizados a nivel mundial y es el componente principal del tradicional Off.

No obstante, estudios sugieren que determinados ejemplares de insectos no son repelidos por esta sustancia y que éste fenómeno no respondería únicamente a una insensibilidad genética sino también a una conducta aprendida que modificaría la respuesta del insecto ante el repelente.

El DEET es un repelente de probada eficacia y uso común en los últimos 60 años y que puede repeler el 100% de los mosquitos en el laboratorio, las pruebas de semi-campo y campo

Sin embargo, varios estudios sugieren que existen ejemplares de insectos que no son repelidos por el DEET, por ejemplo ejemplares de mosquitos Aedes aegyti o de la mosca de la fruta Drosophila melanogaster.

Se ha demostrado una base genética, que implicaría cambios en la función del sistema olfativo periférico del insecto, para este cambio de comportamiento en los mosquitos Aedes aegypti y la mosca de la fruta, pero no así en el caso de otro insecto, el triatomino Rhodnius prolixus, que mostró disminución en la respuesta al DEET poco después de una exposición anterior, lo que indica que factores no genéticos, como formas de condicionamiento o comportamientos aprendidos, también pueden estar involucrados en la insensibilidad al repelente.

Para investigar el efecto de una pre-exposición al DEET en los mosquitos Aedes aegypti, científicos británicos expusieron repetidamente hembras de esta especie al DEET, sobre un brazo humano y sobre una fuente artificial de calor, y observaron su comportamiento posterior en la búsqueda de un huésped y sus respuestas electrofisiológicas.
Tres horas después de la pre-exposición los mosquitos mostraron insensibilidad al DEET y la electroantenografía reveló que el cambio de comportamiento está relacionado con una menor respuesta de las neuronas olfativas ante el repelente.

El aumento observado en la insensibilidad al DEET en una segunda exposición, por los mosquitos, inicialmente sugirió que podrían haberse adaptado y fueron capaces de "superar" el efecto natural del repelente. Esto sería consistente con otros estudios que muestran que los mosquitos pueden aprender a responder de manera diferente a los olores para maximizar el éxito de alimentación.

Tanto el mosquito Culex quinquefasciatus, la avispa parasitaria M. croceipes , y el triatomino R. Prolixus pueden aprender a asociar un olor neutro con una fuente de alimentación a través del condicionamiento pavloviano, y adaptar sus preferencias de búsqueda del anfitrión en consecuencia.

El cambio de comportamiento de los mosquitos como resultado de una exposición previa al DEET tiene implicaciones sobre cómo deben ser evaluados y utilizados los repelentes para conseguir una protección personal óptima y una mejor prevención de enfermedades transmitidas por la picadura de estos insectos.

Según los autores del estudio, se debe tener en cuenta la capacidad de los mosquitos de cambiar de respuesta ante un repelente después de una pre-exposición y tenerlo en cuenta al realizar test repetidas veces en insectos en los bioensayos de comportamiento.

También es necesario investigar el tiempo necesario para que los receptores olfativos del insecto vuelvan a la normalidad, para determinar si se produce deshabituación, si el cambio en el olfato es debido a la fatiga del receptor o si existe alguna otra causa.
Finalmente, es estudio apunta que sería igualmente interesante descubrir otros compuestos que puedan tener este efecto en el olfato del mosquito, y conseguir inducir artificialmente una menor respuesta a los atrayentes.

Fuente: PLoS ONE.